sábado, 5 de abril de 2008

Nada me toca, soy inmune a todo. Desde mi lugar las horas pasan pero el tiempo no deja huella alguna en mi. Soy un espectador que desde afuera todo lo ve, todo lo oye, más no actúa jamás. El aire traspasa mi ser sin siquiera inmutar una hebra. Tus besos me rozan, desearía sentirlos. Tus manos recorren mi cuerpo y yo permanezco intacta. El dolor no me afecta y tu presencia nada altera.

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