viernes, 18 de junio de 2010

Un año más, un día más. Ninguno de los deseos para este día se cumplió. Nada especial. Recuerdo que hace muchos años atrás solían despertarme rodeada de regalos y era un día de puro consentimiento, mis deseos eran órdenes y se acataban a raja tabla! Realmente me hacían sentir especial. Todos mis amigos reales (no cybernéticos) venían hasta casa a saludarme y quedarse un largo rato conmigo, ninguno mandaba un mensaje de 3 líneas frío, sólo para cumplir. Los años pasan y todo muta, el tiempo es oro y los demás no importan.

Nadie importa, ni siquiera yo.


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