Un año más, un día más. Ninguno de los deseos para este día se cumplió. Nada especial. Recuerdo que hace muchos años atrás solían despertarme rodeada de regalos y era un día de puro consentimiento, mis deseos eran órdenes y se acataban a raja tabla! Realmente me hacían sentir especial. Todos mis amigos reales (no cybernéticos) venían hasta casa a saludarme y quedarse un largo rato conmigo, ninguno mandaba un mensaje de 3 líneas frío, sólo para cumplir. Los años pasan y todo muta, el tiempo es oro y los demás no importan.
Nadie importa, ni siquiera yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario